El nombre “El Enemigo” evoca que al final del viaje, solamente recordamos una batalla: la que luchamos contra nosotros mismos, el enemigo original. La batalla que nos definie a cada uno. Un proyecto de Adriana Catena y Alejandro Vigil.

De introspectivo bouquet, despierta aromas licorosos, de regaliz, laurel y olivos negros. En boca se muestra de cuerpo completo, con presencia de fruta negra, sobre un exquisito equilibrio y aplomo. Se trata de un vino diseñado para el largo plazo, y para serles sincero, pienso que es uno de los mejores cortes a base de Cabernet Franc que he encontrado. Se expande en la boca y, sin embargo, nunca llega a ser dominante en el final, percibiéndose el viejo cliché un puño de hierro en un guante de terciopelo. Este intuitivo Cabernet Franc fue maravillosamente mezclado con sus damas de honor, Petit Verdot y Malbec.